Mapa de Catoira
As torres do oeste
Las Torres de Oeste
El monarca Alfonso III, El Magno, mandó levantar los dos edificios más importantes del siglo IX en Galicia. Uno de ellos era religioso, la Basílica del Apóstol, en Compostela, y el otro era una obra civil: la reconstrucción del Castellum Honesti, en Catoira. El viejo enclave romano se convirtió en uno de los principales castillos del Reino Asturiano, y de toda la Europa altomedieval. El monarca armó el lugar con murallas y torres de gran altura, dos de ellas aún se conservan, y son lo más destacado del viejo castillo. Estas dos torres que quedan en pie, cerca de la ribera, pertenecen a esta etapa prerrománica. También de época asturiana es el crismón con la Cruz de la Victoria, emblema de Alfonso III, encontrado en las ruinas de Oeste y conservado en el Museo de Pontevedra.
Posteriormente, el rey Alfonso V de León, vencedor de los normandos de Olaf Haraldsson, siguió acorazando, en el siglo XI, la fortaleza de Castellum Honesti. En 1204, la monarquía donó las Torres a la Mitra Compostelana, y a partir de entonces, los obispos Cresconio y Diego Peláez siguieron fortificando la ciudadela, fundamental para la defensa de Santiago.
Catoira y las Torres serán testigos, posiblemente, del nacimiento del primer arzobispo de Compostela: Diego Xelmírez. El padre de este, el caballero Xelmirio, es el alcaide del castillo de Oeste a mediados del siglo XI. Durante su gran pontificado, el arzobispo Xelmírez reforzó el enclave militar entre 1108-1122; las obras finalizaron a tiempo de repeler los ataques de las naves sarracenas (piratas islámicos del Norte de África) entre 1122 y 1134. Xelmírez también fomentó esta política antipirática y defensiva, organizando la primera escudería de guerra de los reinos cristianos de la Península.
Las Torres de Oeste impidieron, durante siglos, el ascenso por el Ulla de los ejércitos normandos y de los piratas sarracenos, al tratarse de un sistema defensivo que lograba frenar todo tipo de invasiones que pudiesen ascender por la Ría de Arousa.
El diseño de la fortaleza se finalizó en siglo XII, quedando como un recinto elíptico rodeado por un muro y armado por siete torres. Las que hoy quedan en pie, pertenecen al siglo IX; las ruinas de otras dos son del siglo XII, y son de la época romana los restos de otras que se orientan hacia el interior. Entre todas estas construcciones, dice la Historia Compostelana, destacaba una gran torre central (con ruinas visibles hoy en día), elevándose sobre todas las demás.
El valor estratégico de este castillo marítimo decayó a finales del siglo XV y su etapa de decadencia llegó en la época de los Reyes Católicos. Con la Edad Moderna, el antiguo e inexpugnable recinto militar no sirvió más que de refugio a vagabundos y de cantera para las casas de las parroquias vecinas, aunque sin decaer del todo, gracias a la existencia de la capilla del Apóstol.
Las Torres y las peregrinaciones
El Castellum Honesti se consideraba en la Historia Compostelana, escrita por colaboradores de Gelmírez, como «Llave y Sello de Galicia». En efecto, era un conjunto de gran importancia para la defensa de los estados episcopales, pero el gran prelado también quiso dotar el castillo de una capilla dedicada a Santiago. Durante los siglos comprendidos entre XII y XVI, acudieron numerosos peregrinos ante el altar de esta pequeña capilla de Oeste, después de orar en Compostela ante la tumba de Santiago. Este constante flujo de fieles devotos hizo de Catoira, al igual que de Fisterra, Muxía y Padrón, un lugar de peregrinación que conformaba la continuación del Camino Francés.
CACTO
Centro de Activación Cultural Torres de Oeste (CACTO)
El CACTO nace como centro de interpretación de Torres de Oeste. Un acercamiento a la historia de este enclave: una ínsula en la desembocadura del río Ulla que constituyó la puerta de acceso y frontera de protección desde el océano hacia el interior de Galicia y las tierras de Compostela “Torres de Oeste, llave y sello de Galicia”.
Con esta mirada se hace un recorrido desde la pegada de la prehistoria en el entorno, los primitivos tráficos comerciales marítimos en la cultura castreña y continuados durante el Imperio Romano, cuando ya encontramos la identificación de «Turris Augusti» en la desembocadura del río Ulla. En el alta edad media el enclave cobrará un nuevo protagonismo, con la reconstrucción y refuerzo de la fortificación, nombrada ya como «Castellum Honesti», para hacer frente a las incursiones de las nuevas amenazas llegadas desde el mar: los “hombres del norte” en la búsqueda de riquezas en Jakobusland – como llamaban a Galicia -. Más allá de la etapa de incursiones vikingas, las costas gallegas sufrieron el asedio de piratas almorábides acercados por mar desde el sur de la península. En este contexto surge la figura de Diego Xelmírez, que vivió de niño en el propio castillo de Torres de Oeste, y que luego, ya como arzobispo de Santiago, dio un ánimo a las defensas de la ría de Arousa, en el propio Castelo de Oeste, y promovió la construcción, en los astilleros del río Ulla, de la primera flota de galeras de los reinos cristianos de la Península Ibérica, para defender y combatir con éxito las incursiones en las costas de las rías gallegas.
Al mismo tiempo, se hace un acercamiento a la huella vikinga y a la Romería que se celebra cada verano en Catoira, como fiesta de interés turístico internacional, con una video-producción de gran formato en el sótano, que permite revivir el desembarco vikingo en primera persona.
El centro cuenta con paneles informativos, exhibición de réplicas que contextualizan diferentes etapas de la historia de las Torres, y varias unidades audiovisuales que permiten ahondar de manera interactiva e inmersiva en los contenidos de la exposición. En el andar superior se encuentra un espacio para actividad cultural dedicado la presentaciones y talleres para visitas escolares. Entretanto, se aprovecha dicho espacio como extensión expositiva con un vistazo al patrimonio cultural del Concello de Catoira.
Dirección: Paseo de Xelmírez Nº2
Teléfono: 986 686 817
E-mail Cacto: cacto@catoira.gal
E-mail Oficina de turismo: turismo@catoira.gal
- HORARIO (a partir del 15 de mayo de 2024)
Miércoles: 17,30 – 20,00
Jueves a domingo: 11,00 – 14,00 e 17,00 – 20,00
Lunes y martes: cerrado
Muiños
Molinos
Molinos de viento
Catoira es el único municipio de Galicia que posee ejemplos de los tres tipos de molinos tradicionales. Además de su elevado valor etnográfico, habría que destacar su emplazamiento en lugares de gran belleza paisajística. Se llevó a cabo un plan de recuperación de los mismos con la restauración de la mayoría de los molinos de viento existentes, y el trazado de rutas de senderismo, pero los incendios de los últimos años dañaron algunas estructuras.
Molino de mareas
El Molino de mareas, también conocido como Molino del Cura o Molino de Machón, está situado en la desembocadura del río Catoira. A este lugar puede accederse a través de un sendero peatonal que comunica el paseo fluvial del Ulla, desde la playa, con un nuevo tramo que enlaza esta área con la ruta del río Catoira, el edificio multiusos y la Fonte Gaiteira. Tras su expropiación, está previsto llevar a cabo actuaciones para recuperar el Molino de Machón. Es de los pocos ejemplos de aprovechamiento de energía maremotriz en el entorno.
Molinos de río
El río Catoira se caracteriza por los hermosos lugares por los que discurre, la gran cantidad de molinos de río que hay en sus riberas (45), las diversas áreas recreativas a las que puede acceder el caminante que recorra sus márgenes y la presencia de uno de los escasísimos ejemplares de molino de mareas que existe en su desembocadura, conocido como el Molino del Cura.
Estos molinos, de gran interés etnográfico asentado en la molienda del cereal, son un valioso patrimonio cultural y testimonios de un uso racional de estos recursos. El Concello de Catoira lleva años trabajando en la recuperación de este patrimonio. A lo largo de esta senda se seleccionaron once molinos, en base a su tipología, accesibilidad, estado de conservación, etc. para su recuperación; la mayor parte de ellos ya están restaurados.
Petroglifos
Petroglifos
En Catoira se conservan numerosas insculturas prehistóricas sobre rocas graníticas de la Edad del Bronce. Sobre una roca localizada a 500 m de las pistas de A Balastrera en la parroquia de Oeste, a la derecha del camino, se localizan dos grupos de círculos concéntricos, cazoletas y círculos sencillos.
Los mismos motivos aparecen en la finca Taleiriña, en el lugar de Aragunde, parroquia de Catoira, en una roca integrada en el muro de una vivienda.
El conjunto de petroglifos más insólito y diverso del municipio aparece en el lugar de Cores, en la parroquia de Abalo. Una roca de superficie plana, algo inclinada, aparece enteramente cubierta de insculturas, conocida popularmente como «Laxe das Tixolas». Está en una ladera del Monte Vello, al lado de un camino comunal. En la roca se diferencian unas veinte combinaciones circulares, una cruz con pedestal y un epígrafe. La singularidad del conjunto deriva de los diseños que aparecen interrelacionados, procedentes de épocas históricas distintas.
Rutas
Rutas
Las rutas de senderismo: Río Catoira, Rego de San Cibrán y Paseo Fluvial
El Concello mostró desde siempre un especial interés por rehabilitar todo lo que tenga relación con el río Ulla y sus afluentes, dado que constituyen una de las mayores riquezas del municipio. El río Catoira es la arteria fluvial más importante del municipio del mismo nombre, después del Ulla. Tanto el río Catoira como su afluente, el arroyo de San Cibrán, nacen en las faldas del monte Xiabre, en el corazón de la península de O Salnés, a más de 600 metros de altitud. La senda sigue el lecho de estos dos arroyos a lo largo de un trazado de 11 km de longitud, desde su tramo alto, en la ermita de San Cibrán, hasta el Ulla, frente al islote de As Telleiras, atravesando las parroquias de Dimo y Catoira. Después de un corto recorrido, vierte sus aguas en un punto en el que es muy difícil precisar si se trata ya de aguas del Ulla o de la Ría de Arousa. Desde aquí podemos llegar hasta las Torres de Oeste, atravesando el paseo fluvial.
De un paisaje forestal en las partes altas de la senda, con abundancia de pinos y eucaliptos, se pasa a las fértiles vegas de Aragunde, Barral o Tarrío, con cultivos de maíz, patatas y vides, acompañados siempre por el bosque de ribera que crece en las orillas del río Catoira. Este tipo de bosque, con su abundancia de sauces, alisos y robles, y los arroyos de limpias aguas, son los auténticos protagonistas de esta senda. Los bosques de ribera son una peculiar formación forestal que se desarrolla en la orilla de los riachuelos y otras zonas húmedas, proporcionando sombra y un ambiente fresco, de gran importancia para la flora y la fauna del río.
Paseo fluvial
Conjunto que incluye Alameda, Piscina Municipal, Edificio de Deportes Náuticos, pequeña playa artificial y paseo de madera que, respetando los valores ambientales existentes, enlaza la playa fluvial con la zona monumental de las Torres de Oeste. El sendeiro transcurre a través de las brañas y finaliza en el municipio de Valga, permitiendo así recorrer a pie un tramo de la Ruta Jacobea del Mar de Arousa y Ulla. Esta ruta, que transcurre paralela al río Ulla, permite disfrutar de la belleza de una de los paisajes más impresionantes de Catoira, donde se concentra, además, una mayor biodiversidad.
Flora y fauna
La flora y fauna de Catoira están determinadas por las características de su emplazamiento, pero también por la actividad humana. Así, pueden observarse las especies propias de junqueras, brañas y bosques de ribera. Bordeando los ríos y riachuelos del municipio pueden encontrarse alisos, robles, fresnos, abundantes helechos, tojos, retamas y quiruelas. La estas especies hay que añadir los bosques de pino y eucalipto que surgieron fruto de la replantación. También en la fauna encontramos una gran diversidad, y podemos observar ejemplares de gineta, nutria, comadreja, jabalí, ardilla, erizo, rata de agua y de campo, cormorán, garza real, busardo, lechuza, avefría, solla, anguila, lamprea, salamandra, cobra, etc.
Lagoas pedras miudas
Lagoa Pedras Miúdas
En el lugar de Outeiro da Vila, en la parroquia de Catoira, se esconde un paisaje de singular belleza. Desde el mirador de los Molinos de Viento de Catoira se puede vislumbrar la esquina de Pedras Miúdas, pero es al situarse a su nivel, al lado del agua, cuando la inmensidad de esta laguna impresiona al visitante. Y si a primera vista ya sorprende, el estupor se convierte en admiración cuando se reflexiona sobre el origen de este acuífero. La Laguna Pedras Miúdas se formó sobre la cuenca vacía de una antigua cantera, convirtiéndose en un excelente ejemplo de la capacidad de regeneración de la naturaleza. El Concello y los vecinos lucharon durante años para paralizar la cantera y conseguir la protección ambiental para la laguna, que alberga agua de una excelente calidad, procedente de los manantiales enterrados. Así, en 2008, Pedras Miúdas fue declarado Espacio Natural de Interés Local (ENIL). A la laguna se accede desde la carretera PO-548, en un desvío a la izquierda (dirección Vilagarcía) hacia PO-191, a la altura del puente del tren de alta velocidad.
En el año 2015 el Ministerio de Fomento ejecutó un proyecto de adecuación del espacio natural, como compensación por las obras del Tren de Alta Velocidad. Se construyó un edificio destinado a aula medioambiental, una amplia zona de aparcamiento y un área de esparcimiento, en la que se plantaron especies vegetales autóctonas, y se dotó de senderos y pasarelas peatonales.
Areas recreativas
Áreas Recreativas
Parque de Fonte Gaiteira
Robledal situado en pleno casco urbano, al lado del río Catoira. Su céntrico emplazamiento y su belleza lo convierten en el más céntrico parque del municipio. El Auditorio y edificio multiusos convierten este parque en el rincón natural y de servicios más importante del Concello, unido por la ruta fluvial al paseo del Molino del Cura.
Robledal de San Cibrán
Hermoso robledal, situado en los montes de la parroquia de San Pedro de Dimo, alberga una ermita dedicada al santo, médico del reuma, en honor del cual se celebra una romería en el mes de junio.
Mirador de Monte Meda
Mirador natural desde donde se contempla el Barbanza, la comarca del Ulla y O Salnés.
Mirador Ruta Xacobea
Situado en la Avenida Mirador de la Ría, puede divisarse la desembocadura del Ulla en la Ría de Arousa y buena parte del único Vía Crucis Marítimo que existe, la Ruta Jacobea del Mar de Arousa y Río Ulla, como testigo de la traslación del cuerpo del Apóstol Santiago desde Jaffa a Iria Flavia.
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