Compartimos algunas imágenes de la Procesión de Calaveras. A pesar de la lluvia, la vecindad se sumó a esta celebración disfrutando de la música de la Banda de Catoira y de los 80 kilos de castañas que asó el personal del Concello.
Compartimos algunas imágenes de la Procesión de Calaveras. A pesar de la lluvia, la vecindad se sumó a esta celebración disfrutando de la música de la Banda de Catoira y de los 80 kilos de castañas que asó el personal del Concello.
Se ponen en marcha el proyecto sobre la historia de Catoira con la participación, en una primera reunión que tuvo lugar el pasado viernes, de unas 40 personas. El Concello agradece su implicación en esta iniciativa que continuará con una serie de entrevistas y que se irá ampliando con más participantes.
Este otoño tenemos la oportunidad de disfrutar de nuevo de una exposición que mezcla el arte y la naturaleza a través de tres manifestaciones diferentes: los bonsáis, la cerámica y la pintura.
Tito Riveiro muestra parte de su colección de bonsáis en una de las etapas más recomendables para admirarlos. Consigue reducir la escala muchas variedades distintas de nuestra flora autóctona y otras alóctonas para disfrutarlas de una forma diferente a la que estamos habituados. Dada su fragilidad, los bonsáis estarán expuestos únicamente durante un fin de semana: entre los días 22 y 24 de octubre.
La manipulación de otro material natural, pero inerte, complementa esta muestra. Al igual que hicieron ya nuestros antepasados, Ana González, restauradora de bienes culturales, utiliza la arcilla como materia prima para sus creaciones. En esta ocasión, la réplica que realizó del mosaico romano de Panxón será el elemento central de una colección que trata de dar a conocer la riqueza cultural que nos rodea con el fin de contribuir a su puesta en valor y preservación.
La exposición se completa con la obra pictórica de Ángeles Garrido. Ha participado en numerosas muestras colectivas e individuales. En su obra procura la belleza con cada motivo elegido, caminando entre el realismo y el expresionismo. Representan desde paisajes que transmiten paz, retratos de personajes que nos envían un mensaje, a escenas ecuestres de gran fuerza.
Tras tres semanas de apertura al público, el Centro de Activación Cultural Torres de Oeste (CACTO), está superando las expectativas en cuanto al número de visitas y valoraciones. En este período, las instalaciones expositivas recibieron la visita de mas de 500 personas.
Las personas que se acercan al centro aprecian especialmente la posibilidad de conocer cómo se desarrolla la Romería Vikinga. La visita permite un acercamiento a la huella de los pueblos nórdicos y a la Romería que se celebra cada verano en Catoira, como fiesta de interés turístico internacional, con una video-producción de gran formato en el sótano, que permite revivir el desembarco vikingo en primera persona.
El CACTO nació como centro de interpretación de Torres de Oeste. Un acercamiento a la historia de este enclave: una ínsula en la desembocadura del río Ulla que constituyó la puerta de acceso y frontera de protección desde el océano hacia el interior de Galicia y las tierras de Compostela «Torres de Oeste, llave y sello de Galicia».
Con esta mirada se hace un recorrido desde la pegada de la prehistoria en el entorno, los primitivos tráficos comerciales marítimos en la cultura castreña y continuados durante el Imperio Romano, cuando ya encontramos la identificación de «Turris Augusti» en la desembocadura del río Ulla. En el alta edad media el enclave cobró un nuevo protagonismo, con la reconstrucción y refuerzo de la fortificación, nombrada ya como «Castellum Honesti», para hacer frente a las incursiones de las nuevas amenazas llegadas desde el mar: los «hombres del norte» en la búsqueda de riquezas en Jakobusland – como llamaban a Galicia -. Más allá de la etapa de incursiones vikingas, las costas gallegas sufrieron a lo piratas almorábides acercados por mar desde el sur de la península. En este contexto surge la figura de Diego Xelmírez, que vivió de niño en el propio castillo de Torres de Oeste, y que luego, ya como arzobispo de Santiago, dio un empuje a las defensas de la ría de Arousa, en el propio Castelo de Oeste, y promovió la construcción, en los astilleros del río Ulla, de la primera flota de galeras de los reinos cristianos de la Península Ibérica, para defender y combatir con éxito las incursiones en las costas de las rías gallegas.
El centro cuenta con paneles informativos, exhibición de réplicas que contextualizan diferentes etapas de la historia de las Torres, y varias unidades audiovisuales que permiten ahondar de manera interactiva e inmersiva en los contenidos de la exposición. En el piso superior se encuentra un espacio para actividad cultural dedicado la presentaciones y talleres para visitas escolares. Entretanto, se aprovecha dicho espacio como extensión expositiva con un vistazo al patrimonio cultural del Concello de Catoira.