El municipio de Catoira, con cerca de 3.500 habitantes, está situado en la Ría de Arousa, en un enclave privilegiado, donde se comunican las comarcas del Barbanza, Ulla-Umia y O Salnés. Su cercanía a Vilagarcía (10 km), Santiago (35 km) o Pontevedra (35 km) y la comunicación con Vigo y A Coruña a través de la autopista AP-9, repercuten también en el desarrollo de una creciente actividad económica e industrial.

Catoira en la historia de Galicia

Catoira na historia de Galicia

La situación de privilegio con la que cuenta el municipio de Catoira, en la desembocadura del río Ulla, al fondo de la Ría de Arousa, y el clima suave del que disfruta la mayor parte del año, fueron razones convincentes para que, en esas tierras, se instalasen poblaciones estables desde muy antiguo. Así lo aseguran las diversas estaciones de petroglifos de la Edad del Bronce, que guarda la húmeda espesura de sus bosques. La cultura de los castros se instaló en el lugar de Oeste, donde hoy se levantan las famosas Torres. Se trataba de un poblado de la Edad de Hierro (siglo I al II la. C.) que desarrollaba una economía fundamentada en la cosecha silvestre y en la ganadería, complementada con la pesca, en la orilla del río.

Años más tarde, tras los momentos violentos de la ocupación romana, la Pax de Augusto transformó el pequeño castro costero en un puerto comercial del Imperio, en el siglo I de nuestra Era. De todo esto habla el escritor clásico Pomponio Mela y los restos cerámicos de las campañas arqueológicas.

La historia de Catoira estuvo íntimamente ligada a la importancia estratégica del complejo militar de Oeste. Las Torres sirvieron de escudo defensivo a Galicia, desde lo inicio de la Edad Media hasta el reinado de los Reyes Católicos, momento a partir del cual entran en un período de lenta y progresiva decadencia.

Las invasiones

As invasións

Con el transcurrir de los siglos se abandonan las actividades comerciales y comienza a ser aprovechado el valor estratégico del enclave.

En nuestros días, esta antigua realidad puede apreciarse en la visita del lugar de Oeste; lo que allí espera —en las nieblas de la leyenda y de la Historia— es uno de los conjuntos arqueológicos e históricos de mayor relevancia de Galicia.

El acceso al recinto se hace a pie, por un camino nuevo, bajo los pilares del puente del Ulla, o siguiendo otro más antiguo, recientemente adoquinado. ambos caminos cruzan un terreno pantanoso que fue anegado por las aguas de la ría, contribuyendo a la insularidad de la inexpugnable fortaleza de Oeste.

En los difíciles años de la alta Edad Media, varias oleadas de normandos penetraron en la Ría de Arousa, causando un gran destrozo con sus expediciones de pillaje. En el año 850 los normandos saquearon Iria Flavia, provocando la huida del obispo y del cabido a Compostela. Otras expediciones sucedieron en los años 859 y 968, pero tuvieron que enfrentarse a los hombres del Castellum Honesti (Fortaleza de las Torres). Los ataques escandinavos tenían como objetivo principal en Jakoblsland (Tierra de Jacob) la toma de la ciudad de Santiago, mitificada por los invasores, que la imaginaban tierra de grandes riquezas.

Puede ampliarse la información sobre la historia de Catoira descargando la aplicación para móviles “Torres de Oeste”.

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